
Es tu fragilidad mi niño
la que abrazo mientras duermes.
Tu menudez inmensa
que me estira
hasta tu Alma.
Pequeño de ojos tiernos
tu vida milagrosa reposa sobre la mía.
Mi vida reposa también sobre la tuya.
Te amo.
Ávila 16-8-06
La poesía lúcida existe más allá de los límites de la razón a veces tan prepotente como inútil. Recorre las venas con un suspiro misterioso; un ansia indomable de transgredir los límites y llegar al fondo sin luz de las cosas. Desde el sentimiento tiene la constancia de que subsiste una verdad evidente y que las palabras prohibidas conocen el significado de todas las situaciones que se entrecruzan en la marea de la vida.
2 comentarios:
Kray...bello sueño y hermosa realidad.
Un abrazo.
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