lunes, 19 de septiembre de 2011

Pie


A veces miro gente y sólo veo carne
en otras sólo veo espíritu…
A veces te miro y veo dudas,
otras tu rostro es cálido viento;
espíritu de pantorrillas
y tu pequeña cabeza
corona feliz de prefectura.

En momentos, la carne es perfecto espíritu
y por un pie experimento lo divino:
Un pie único para mí y vulgar para el resto.
Su sola visión, su posarse,
es alimento para mi Alma,
asombro desgarrador que entiende
que por adorar esa carne tan débil,
recibe bendición y consuelo.

Te amo pie…
perfecta expresión de tu yo
y de tu cuerpo.

Delfines


Vienen estrellas a mi cabeza
tus más queridos sueños
sobre nuestra unión,
la bondad de tu entrega
condonadora del dolor.

Pintan el diágrafo de tu cuerpo
la figura de paz que eras:
pétalo sobre su sépalo sentada
en exquisita impasibilidad.

Me conmueve la certeza de tu existir como sincronía,
como un voluptuoso éxtasis letal contra la soledad
que me hace saber que estando solo estás conmigo
pues nos amamos…

y en el mar de ausencia de desdicha
de tus ojos
somos delfines que nadamos juntos.